Emprender en México no solo es un tema de actitud y ganas de iniciar un proyecto personal. La constitución de empresas en México no de ser un factor que afecte tu idea. Pero ¿Tener una idea, ganas y determinación es suficiente? La respuesta debería ser que sí. Sin embargo, cuando queremos iniciar un negocio tenemos diversas fuentes de información de las cuales comenzamos a sacar ideas de como comenzar a constituirnos.  finalmente, nos damos cuenta de que la constitución de empresas implica un sinfín de trámites y lo peor, que no sabemos por dónde comenzar.

Es verdad, constituirnos no es algo que aparezca en un tutorial. Es cierto que podemos encontrar muchísima información al respecto, pero, saber la tramitología correcta no es suficiente. Ya que en el camino nos vamos a dar cuenta que hay aspectos importantes de los cuales vamos a necesitar a un especialista en la materia. Las dudas más frecuentes son: saber si nos conviene ser una persona física o una persona moral. Como vamos a pagar impuestos; cual figura garantiza mas mi patrimonio y un largo etcétera.

Todo esto podría llevarnos a tomar malas decisiones o incluso a poner en duda nuestra idea de emprendimiento. “La persona que quiera emprender debe ser consciente de dónde se está metiendo antes de empezar”, (Bresca, 2016).

En esta publicación no quiero comentar los motivos personales que nos llevan a emprender. Eso lo comentaré en siguientes publicaciones. Hoy quiero enforcarme en la frustración que le puede causar a un emprendedor el llegar y toparse con información que no entiende. Y que además le hace perder el rumbo de por donde comenzar.

Lo primero que debemos tener claro es la manera de como vamos a obtener los recursos. Que vamos a necesitar para iniciar nuestra idea, ¿contamos con ese dinero? ¿me lo van a prestar? ¿Tengo un socio? ¿Quiero compartir el riesgo, pero también los beneficios de mi idea? ¿Qué futuro quiero para mi empresa? Esto es importante para determinar el régimen jurídico, es decir, si seré una persona física (en el cual usaré mi nombre) o si seré una persona moral (donde usaré una denominación o razón social).

La pregunta que todos nos hacemos aquí es, ¿Cuál de éstas es la mejor opción? La respuesta es y siempre será: depende de las circunstancias, aquí es donde te recomiendo acudir a un especialista en la materia que puede ser un contador publico o un abogado; donde te explicará a detalle el funcionamiento de cada una de ellas con base a las respuestas de las preguntas que te he puesto en el párrafo anterior.

Persona física: La razón social es tu nombre y tú eres responsable de las obligaciones de tu negocio ante las leyes mexicanas bajo este régimen.

Persona moral: Constituyes tu empresa bajo un tipo de sociedad, que dependerá de la cantidad de socios o accionistas y el objeto social de tu empresa.

En el primer caso, tú eres y serás el responsable de todas las operaciones de tu empresa y decidirás el rumbo de ella tomando en cuenta todo tu patrimonio, incluida tus propiedades actuales y futuras. En el segundo caso, la nueva figura jurídica será la responsable de todas las operaciones junto con sus accionistas que la conforman. Cabe mencionar que existen diversos tipos de personas morales con sus características propias, pero de las cuales hablaremos en otro momento.

Así pues, si estás pensando en poner en marcha tus ideas, empecemos por definir cómo quieres estar constituido, pedir la asesoría adecuada, pero sobre todo no desesperar en el camino, recordar que las bases son importantes y definir las bases de tu empresa debe ser el primer gran paso para lograr un emprendimiento fuerte y sólido. La constitución de empresas en México, no tiene porque ser un freno a tus ideas.