Sabemos que emprender no es fácil. No solo es cuestión de dinero, sino de ciertas habilidades para mantener a flote todas las amenazas que tiene un microempresario en el mundo de los negocios. Nosotros sabemos que nadie tiene una varita mágica para hacer que las cosas sucedan. Pero si sabemos que existen prácticas adecuadas que te ayudarán a tener una mejor preparación para enfrentar los retos que se te avecinan. Una de ellas es el coaching y el valor.
En esta ocasión te quiero hablar del coaching y el valor. Pero no del valor de las cosas, sino de ese valor que le damos a nuestro proyecto. Es la respuesta a porque estamos haciendo lo que hacemos o porque somos lo que somos. Esto es importante porque las motivaciones de hacer algo, no son las mismas para una persona que para otra. Los auténticos valores provienen de nuestro interior y que en su nivel más profundo, se tratan de valores universales. Éstos valores universales son los que nos conectan como personas, como seres humanos. Pero que al vernos viciados por un mundo tan agitado, los seres humanos tendemos a superficializar nuestros valores y volverlos más prácticos pero carentes de un sentido profundo. Lo que nos puede llevar a desconectar nuestros sentimientos con nuestra realidad.
Aquí es donde un coach puede ayudarnos a reconectarnos con esos valores que nos mueven, que nos mantienen y que, al reconectar con ellos, nos ayuda a descubrir nuestra verdadera esencia. Vamos a poner un ejemplo. Para una organización es importante tener una misión y una visión que los ayude a cumplir sus objetivos y a lograr sus metas. Para lograr esto, es necesario establecer una filosofía y valores que rijan a la organización. Pero estos valores no necesariamente serán compartidas con los colaboradores o trabajadores. Al no existir una conexión entre ellos, se crea un conflicto cuya única solución es el reemplazo del trabajador o la modificación y adaptación de la empresa.
Lo anterior nos genera una problemática que se debe atender de inmediato. Así pues, en este sentido; quiero retomar lo que mencioné al principio “los valores, en su nivel más profundo, se trata de valores universales”. Y al ser universales estos son compartidos por toda la humanidad. Es aquí donde tenemos nuestra área de oportunidad. No se trata de forzar un valor que no ha sido comprendido, se trata de llegar a la raíz del valor que se quiere implementar y llegar hasta lo más profundo de ese valor. Si logramos esto, es ahí donde las personas vamos a conectar.
Pero ¿Por qué es ahí donde vamos a conectar? ¿Cómo sabemos que hemos llegado a lo profundo de un valor y ya estamos ante algo universal? Bueno, es ahí donde vamos a conectar, porque todos buscamos básicamente lo mismo, amor, felicidad, estabilidad, paz, etc. Cada persona tiene su definición personal, y esto se debe al contexto donde la persona ha crecido y se ha formado, absorbiendo los vicios de esos entornos que lleva a cubrir la verdadera naturaleza del valor de las personas.
Para saber si hemos llegado a un valor profundo, los coaches utilizamos varias herramientas con la intención de llegar al verdadero valor que nos mueve. A simple vista, un trabajador puede decir que trabaja porque necesita dinero; así como un empresario podrá decir que lo que lo motiva es generar riqueza, pero ni el dinero ni la riqueza es un valor y aquí es donde se dificulta la conexión entre ambas partes, ya que el trabajador quiere dinero y el empresario también, volviendo la situación en un estira y afloja.
¿Pero qué pasa si vamos más allá? Y es que tanto para el trabajador como para el empresario, el dinero solo es un medio para lograr otros objetivos. Un trabajador tiene motivaciones, mantener una familia, brindar educación a sus hijos, tener acceso a la salud, mejores condiciones de vida que a la larga lo llevan a tener una situación más favorable que se verá traducida en una vida más plena y más feliz.
Curiosamente; el empresario busca lo mismo, seguramente en otras condiciones. Pero finalmente el valor es el mismo: felicidad, paz, tranquilidad. Así volvemos a caer en los valores universales, y es justamente ahí donde todos podemos conectar volviendo nuestro entorno más estable y dando solución a muchos conflictos laborales.
Así que no lo dejes pasar, en la medida de lo posible, cuando tengas un plan, una idea o un objetivo. Realiza un examen de conciencia y trata de identificar ese valor universal que te mueve a hacerlo, el coaching y el valor es importante, verás como tu motivación será distinta.
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